About WillanderPhoto

En El Salvador, los skaters solían ser etiquetados como perezosos, simplemente por cómo se vestían. Con suerte, la sociedad ha evolucionado desde entonces.

Conozcan a un joven adolescente lleno de sueños que llevaba en su mochila mientras enfrentaba el amanecer de cada día. Con las ruedas de su patineta girando bajo él, se aventuraba por Ciudad Toledo, una bulliciosa zona de San Miguel, El Salvador.

Realizaba trucos y acrobacias en el Parque David J. Guzmán, justo frente a la catedral, pasando horas allí con la esperanza de captar la atención y la admiración de los pocos entusiastas de este deporte, el skate.

En otros países, el skate se toma en serio, pero en El Salvador, era sinónimo de ociosidad, y la gente incluso lo asociaba con el consumo de marihuana. A veces, la gente te juzga por tu forma de vestir, no por quién eres, pero los tiempos están cambiando, y este es el testimonio de un joven que lo ha vivido.

En busca de sus sueños, completó su educación secundaria en el Centro de Información en Ciencias Comerciales (CFCC). A los dieciocho años, se fijó dos metas: convertirse en el Tony Hawk salvadoreño o en un fotógrafo famoso, ya que tenía un pulso firme tras la cámara.

Sin embargo, no todo fue fácil. En un giro del destino, se encontró con Cinthya Ros Cruz, una joven fotógrafa de Costa Rica, y su interés por la fotografía comenzó a crecer. Pero en San Miguel, no había pistas de skate ni oportunidades para establecer un estudio de fotografía. Para perseguir sus sueños, tuvo que mirar hacia el norte y embarcarse en un desafiante viaje hacia Estados Unidos.

En 2004, llegó el momento de emprender ese viaje hacia el norte, con sus sueños en la mochila y su corazón lleno de determinación. Atravesó el desierto de Texas y se enfrentó a las olas en una pequeña lancha en Guatemala, en un peligroso viaje que le haría apreciar aún más las oportunidades que se le presentarían en el futuro.

Su tío lo recibió en Maryland, EE. UU., donde comenzó a trabajar en la construcción como peón. Durante tres años, levantó paredes de madera prefabricadas bajo condiciones extremas, enfrentando el calor abrasador del verano y el frío invernal.

Pero cada día, estaba un paso más cerca de sus sueños. Ahorró diligentemente para comprar su primera patineta y, lo que era aún más importante, su primera cámara. El camino hacia la fotografía profesional estaba trazado.

Finalmente, pudo comprar su primera patineta Element Flip David González y su primera cámara, una Nikon D-40, en Flip Market en Laurel, Maryland. Con esa cámara en mano, Willander sintió que había cruzado un umbral, y pronto llegarían cámaras profesionales a su vida.

A medida que avanzaba en su viaje, su enfoque se desplazaba de la patineta a la fotografía. Finalmente, llegó la oportunidad que siempre había buscado cuando se acercó a un fotógrafo en una tienda de Megamart en Riverdale, Maryland. Su valentía y determinación le abrieron puertas y comenzó a trabajar en sesiones de estudio.

Un encuentro con Mauricio López, un promotor artístico, marcó otro giro en su vida. Fotografió a artistas reconocidos y amplió su experiencia en la industria. Su camino se cruzó con Walter Torres, propietario de Radio La Nueva 87.7, quien le ofreció trabajo como fotógrafo.

Hoy en día, Willander Photo es su legado. Este joven salvadoreño ha dejado huella en la comunidad de emprendedores en el área metropolitana de Washington, DC. Sus logros han sido reconocidos con premios y reconocimientos, incluyendo el título de Fotógrafo del Año en los DCBEX Excellent Awards en 2016, 2017 y 2018, y el reconocimiento de LAMA, Washington DC.

A través de su lente, ha capturado momentos inolvidables y ha ayudado a inmortalizar los recuerdos de otros. Su historia es un testimonio de sueños realizados y sacrificios que valieron la pena, y está listo para seguir sirviendo y capturando los momentos más preciosos en la vida de las personas.

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